ADIÓS AMIGOS.

Así que sí, estamos donde empezamos. Por qué un blog? Estamos solos en la galaxia o acompañados? Yo siempre he pensado, desde que empecé con esta paja mental de ser blogero ( en Nigrán “blojero”), que era algo raro, un exhibicionismo. Dejar que mis dedos hablen de lo que está dentro de mi y ni yo mismo conozco, de los “por que no?”, de pensar que alguien (y no cualquiera) va a conocer en qué malgasto mis horas perdidas. Hablar, para mi, de lo que me gusta; una catarsis. Compartir con “hermanos” lo que me parece extraordinario; un humilde regalo. Compartir también alguna de las muchas cosas que me inquietan; un alivio. Entretenerme, escribiendo chorradas, cuando llego solo a casa y no sé que hacer; solo un par de veces. Desvariar, algún día que me paso, e imaginar lo que podría haber pasado si no fuese adicto al juego; lo reconozco. Necesitar motivar y llamar la atención de la gente con la he crecido y he aprendido, y a los que quiero y admiro profundamente (y sin mariconadas) y no me refiero solamente a los del colegio ni exclusivamente a los lectores del blog (en muchos otros me he inspirado); devoción y frustración, las sombras que intenté dibujar han sido garabatos de las figuras que vi bailando cerca de aquel fuego. Recibir comentarios (en este blog “comments” en otros más guays “tonterias”); risas. Falta algo. No sé si esta palabra existe. Joder, tengo que actualizar!! (Odio esa palabra). El hecho es que el blog me recordaba al recreo.

Hoy no voy a bromear, y se me está acabando la tinta. Desde que volví de Alemania me he vuelto peor persona, quizás influenciado por el entorno o quizás no, pero el hecho es que no me reconozco en algunos de mis actos. No he cometido delitos, ni siquiera faltas leves, pero si que hice cosas que pudieron hacer daño, cosas que nunca pensé que haría. Lo que me atormenta es que no hubo transición entre ambos estados; la pueril inocencia y el ser un cabrón egocéntrico y que incluso disfruté mientras duraba la rápida metamorfosis. Es posible que todos nos traicionemos a nosotros mismos en algún momento de nuestras vidas? Pero estoy cumpliendo penitencia, de vez en cuando no está de más.

Como me cuesta acabar este réquiem, os contaré algo estúpido; hoy me enamoré de una voz.

Siguiendo fiel a mis costumbres no voy a releer lo que he escrito antes de colgarlo y, por una vez, no voy a dejar comentarios en uno de mis posts. También os digo que pienso (pienso, no creo) que la vida tiene forma de círculo, bueno, en realidad es una espiral, y que este círculo (que no es de 3 pistas) se ha cerrado ya. No hay por ahora nada más que necesite lanzar al aire. Hasta pronto, ha sido un placer.

PD: Lo de la cena de Navidad: “Jhipy jey jey, hijoputa”, finde del 23 (el otro no puedo), el presupuesto lo dejo a vuestro parecer pero creo que nos merecemos un homenaje (culinario).